Budismo estadounidense

Por qué tantos estadounidenses piensan que el Budismo es solo una filosofía

 

«Sin embargo, el budismo secular estadounidense también ha producido algunas consecuencias inesperadas. Los escritos de Susuki influyeron enormemente a Jack Kerouac, el popular autor de la “Generación Beat” y de obras como: “En el camino” y “Los vagabundos del Dharma”. Pero Susuki consideró a Kerouac como un “impostor monstruoso” porque solo buscaba la libertad del despertar budista sin la disciplina de la práctica.»

Esta traducción ha sido efectuada a partir del texto escrito originalmente en inglés por Pamela Winfield, que fue publicado el 22 de enero de 2018 en la página: https://theconversation.com/us. Si deseas acceder al artículo original puedes hacerlo a través del siguiente enlace: https://theconversation.com/why-so-many-americans-think-buddhism-is-just-a-philosophy-89488


Autora: Pamela Winfield

Pamela Winfield es profesora asociada de estudios religiosos en la Universidad de Elon. Ella ha recibido financiamiento de: (1) la Asociación de Estudios Asiáticos (2013 – Viaje de investigación a corto plazo al Templo de Eiheiji en Japón), (2) el Consejo Cultural de Asia (2007 – Investigación de 6 meses en Tokyo) y (3) la Corporación del Instituto Kobe / Intercambio Estudiantil de Japón (2001-2002 – Investigación de Tesina en Kyoto)


En el este de Asia, los budistas celebran la muerte de Buda y la entrada a la iluminación final en el mes de Febrero. Pero en mi templo local Zen en el norte del estado de Carolina, la iluminación de Buda es conmemorada durante la temporada de vacaciones de diciembre, con una pequeña charla para los niños, un servicio de luz de velas y una cena variada luego de las celebraciones.

Bienvenidos al Budismo, estilo estadounidense.

Influencias tempranas.

El budismo ingresó en la conciencia cultural estadounidense en finales del siglo XIX. Esto fue un momento cuando las nociones románticas del exótico misticismo oriental cargaron la imaginación de poetas y filósofos estadounidenses, eruditos en arte, y escuelas antiguas de religiones del mundo.

Los poetas trascendentales como Henry David Thoreau y Ralph Waldo Emerson leyeron profundamente la filosofía hindú y budista, como lo hizo Henry Steel Olcott, quien viajó a Sri Lanka en 1880, donde se convirtió al budismo y fundó la cepa popular de la filosofía mística llamada Teosofía.

Asimismo, conocedores del arte budista introdujeron a Estados Unidos a la belleza de la tradición. El historiador del arte y profesor de filosofía Ernest Fenellosa, así como su colega bostoniano William Sturgis Bigelow, estuvieron entre los primeros estadounidenses que viajaron a Japón, se convirtieron al budismo y con entusiasmo coleccionaron el arte budista. Cuando regresaron a Estados Unidos, sus colecciones formaron el núcleo de la premiere de la colección de Arte de Asia en el Museo de Bellas Artes de Boston.

Al mismo tiempo, los primeros estudiosos de las religiones mundiales como Paul Carus hicieron que las enseñanzas budistas fácilmente accesibles a los estadounidenses. Él publicó «El evangelio de Buda», una colección de parábolas budistas que fue éxito de ventas, un año después de asistir al Parlamento Mundial de Religiones en Chicago en 1893. Ésta fue la primera vez en la historia moderna que los representantes de las principales religiones del mundo estuvieron juntos para aprender sobre otras tradiciones espirituales.

La delegación budista en Chicago incluyó al maestro Zen japonés Shaku Soen y al reformador budista de Sri Lanka Anagarika Dharmapala, quien había estudiado por sí mismo la ciencia y la filosofía de occidente para modernizar su propia tradición. Estos budistas influenciados occidentalmente presentaron su tradición a su audiencia occidental moderna como una tradición “no teísta” y “racional” que no tenía dioses en competencia, creencias irracionales o rituales supuestamente sin sentido que sean dignos de mención.

Continuidad y cambio.

En realidad, el budismo tradicional tenía muchas deidades, doctrinas y rituales, así como textos sagrados, sacerdotes ordenados, éticas, desarrollos sectarios y otros elementos que uno normalmente podría asociar con alguna organización religiosa. Pero en el año 1893, en el Parlamento Mundial, el maestro budista presentó favorablemente su tradición meditativa a los Estados Unidos modernos pero solo como una filosofía práctica, y no cómo religión. Esta percepción del Budismo persiste en Estados Unidos hasta nuestros días.

Los budistas no deformaron deliberadamente su tradición o sólo decían a los estadounidenses lo que ellos querían escuchar. Ellos fueron genuinos en su intento por hacer una antigua tradición de 2,500 años relevante para finales del siglo XIX.

Pero al final, solo trasplantaron algunas ramas del inmenso árbol del Budismo en el suelo estadounidense. Solo algunos  recortes de la meditación, arte y filosofía budista llegaron a Estados Unidos. Mientras que otros elementos tradicionales de la religión budista se quedaron atrás en Asia.

El Budismo en Estados Unidos

Pero, una vez plantado allí, los estadounidenses se quedaron especialmente fascinados con el atractivo místico de la meditación budista.

El maestro zen laico Daisetsu Teitaro Suzuki, quien fue estudiante del maestro zen japonés Shaku Soen y traductor en el Parlamento del Mundo, influyó en muchos artistas e intelectuales destacados durante la post-guerra. En parte, gracias a sus populares escritos y a las oleadas subsiguientes de maestros budistas estadounidenses y asiáticos.

Las iniciativas sobre justicia social y ambiental han adoptado un movimiento conocido como «budismo comprometido» desde que Martin Luther King Jr. nominó a su fundador, el monje vietnamita y activista anti-guerras Thich Nhat Hanh, para el premio Nobel de la paz en el año 1967. Su orden budista de Tiep Hien continúa proponiendo soluciones conscientes y no violentas para las preocupaciones morales más apremiantes del mundo.

El sistema educativo estadounidense se ha visto enriquecido por su primera universidad budista afiliada en Naropa en Colorado, que abrió el camino para que otras instituciones budistas de educación superior como la Universidad Soka y la Universidad del Oeste en California, así como la Universidad Maitripa en Oregon.

El establecimiento médico también ha integrado la reducción del estrés basado en la atención plena dentro de las terapias convencionales, y muchos programas de manejo de la ira en las cárceles se basan en técnicas contemplativas budistas como la meditación con comprensión Vipassana.

Lo mismo es cierto de la industria del entretenimiento que ha incorporado temas budistas dentro de los éxitos de taquilla de Hollywood, como “The Matrix”. Incluso atletas profesionales han utilizado estrategias de entrenamiento Zen y han promovido la comprensión del budismo en Estados Unidos, no como una “religión” sino como una filosofía secular con amplias aplicaciones.

El atractivo exótico

Sin embargo, el budismo secular estadounidense también ha producido algunas consecuencias inesperadas. Los escritos de Susuki influyeron enormemente a Jack Kerouac, el popular autor de la “Generación Beat” y de obras como: “En el camino” y “Los vagabundos del Dharma”. Pero Susuki consideró a Kerouac como un “impostor monstruoso” porque solo buscaba la libertad del despertar budista sin la disciplina de la práctica.

Otros poetas de la “Generación Beat”, hippies y después autoayudadores del bricolaje New Age también habían confundido paradójicamente al Budismo con un tipo de narcisismo autoindulgente, a pesar de sus enseñanzas del desapego y la compasión. Incluso otros han explotado comercialmente su exótico atractivo para vender desde el “Té Zen” hasta la “Cerveza Lucky Buddha”, lo que es particularmente irónico dada la tradicional proscripción del Budismo en contra del alcohol y otros intoxicantes.

Como resultado, la construcción popular de Budismo no religioso ha contribuido en gran medida al fenómeno contemporáneo del “espiritual pero no religioso”, además de la secularización y mercantilización del movimiento de “atención plena” en Estados Unidos.

Podemos haber trasplantado solo una fracción de un extenso árbol de bodi del Budismo religioso en Estados Unidos, pero nuestro recorte se ha adaptado y ha echado raíz en nuestra secular, científica y enormemente comercializada época. Para bien o para mal, éste es el Budismo, estilo estadounidense.

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